# 22 La ética de las criptodivisas y los NFT para fardar online
Semana 22: Narrativas heroicas para seducir y afecto social en la era digital
📷 Una imagen
En el artículo científico “Sex, Drugs, and Bitcoin: How Much Illegal Activity Is Financed through Cryptocurrencies?”, los autores exponen cómo desde hace años, entre un 25-30% de los usuarios de Bitcoin están involucrados en actividades ilícitas. La cifra sube a un 40-50% si expresamos lo ilícito en transacciones. La cadena de bloques del Bitcoin registra todos los movimientos entre monederos, actuando como un gran libro mayor de contabilidad. Esto ya sabéis que aporta agilidad y eficiencia como sistema monetario, siendo una de sus principales virtudes. Estas cuentas están cifradas. Pero si llegas a tener control sobre esas “piedras Roseta” que son los monederos de Bitcoin de sus usuarios, se puede llegar a descifrar lo que esa contabilidad recoge. Y eso es lo que ha venido haciendo el FBI. Se trata de cuentas incautadas cuando se cerró Silk Road (ese mercado virtual donde se podían contratar secuestros, asesinatos o comprar drogas, entre muchas otras otras actividades criminales). Si entendemos las criptodivisas como una alternativa de inversión y de uso (apelando a la definición de dinero como medio de pago), y sabemos que la mitad del uso está relacionado con actividades de esta naturaleza, ¿cómo valoramos éticamente invertir en un activo con esta naturaleza? Las monedas digitales privadas las introdujo David Chaum hace más de tres décadas y media. No piensen que el delito está aprendiendo ahora. Tampoco lo deberíamos hacer nosotros/as.
📚 Cinco lecturas
El humano siempre ha buscado posicionar su status. Es algo inherente a nuestras jerarquías y sociedades. Comprarse un Rolex o un Lamborghini, tenía más de eso, que de funcional (pese a que es indudable la calidad de estos objetos, evidentemente). Los artículos de posicionamiento social de la era digital son los NFT, de los que ya he hablado con anterioridad. Son las piezas de lujo de esta sociedad digital, atribuibles a una única persona y realmente singulares. ¡Y tiene sentido! Estamos más tiempo online que offline (y más que estaremos). La gran mayoría de nuestra identidad y su expresión la hacemos online. La trasladamos online. Y, por lo tanto, queremos fardar online también. El triunfo de Instagram vino por ahí: la exposición del cuerpo y los artículos, triunfó precisamente apelando a este instinto básico del humano. Pero los NFT cubren desde fotos de perfil de Twitter, cromos de fútbol digitales, imágenes o código fuente de algún programa. OpenSea, el market place NFT más grande del mundo, espera obtener un volumen de transacciones de mil millones de dólares este mes de agosto, frente a los 300 millones de dólares de julio y los 8 millones de enero. Es evidente que está sucediendo un cambio estructural en el campo de los activos digitales trazables, atribuibles, singulares, tokenizables y no fungibles. Por cierto, si tenéis un activo digital que créais que a alguien le puede interesar tener y quieres venderlo (una foto, un texto, código fuente, etc.), hay plataformas (esta o esta, por ejemplo), para que tokenices o incluso crees una divisa con tu nombre.
Un grupo de psicólogos, de universidades norteamericanas bastante relevantes, acaban de publicar un paper sobre el efecto de las redes sociales y la hiper-conexión en los adolescentes. La soledad y la depresión han incrementando considerablemente en ese grupo de edad. La pandemia lo ha acelerado aún más (como muchas otras tendencias). La proliferación de los dispositivos móviles inteligentes y el creciente uso de las redes sociales (tanto en más usuarios como en más tiempo por usuario), parece que explican mucho. Sin embargo, no hay que confundir mensajero con mensaje. Los dispositivos móviles y las redes sociales “exponen” más. Más información, más conexión, más comparación, etc. Y, sobre todo, sustituyen otras formas de relación. Si tenemos menos interacciones cara a cara, tendremos menos formación de vínculos afectivos y menos socialización. La pandemia ha supuesto un experimento social para darnos cuenta que la presencialidad es necesaria para muchas de estas cuestiones. Los equilibrios son fundamentales en la vida. La vuelta a las escuelas en muchos países del mundo parece que puede ayudar a resolver alguno de estos problemas. Más explicaciones, en este reportaje del New York Times.
Me llamaron de dos medios de comunicación para intervenir tras mis comentarios sobre la nueva estrategia digital del gobierno Afgano en el último número de la newsletter. Por ejemplo, aquí. Una de las cosas que luego más llamó la atención de lo que dije fue el tema de las narrativas heroicas. A ver, no es que yo sea un visionario, si no que hay un amplio consenso sobre los efectos que la narrativa tiene en nosotros/as. Hay numerosos artículos científicos que poder citar, pero éste de Nature es quizás el mejor: en un estudio sobre las narrativas heroicas del ISIS, se concluyó cómo la activación de las personas era mayor. Vamos, que nos gusta más ver esas gestas heroicas que discursos más sociales, religiosos o de valores (únicamente). Narrar historias nos ha traído hasta aquí como Homo Sapiens: cómo las narremos y la emoción y disposición psicológica que despertemos en el que las recibe, cambia en función de cómo y qué digamos.
Llevo años combatiendo este cacareado discurso de que los grandes CEOs de las empresas tecnológicas no estudiaron en la universidad. De ahí, con un silogismo preocupante desde cualquier falacia lógica que pudiera citarse, concluyen que estudiar en la universidad no te aporta mucho (imagino que creen que el éxito en la vida solo se mide con ser CEO de una gran empresa). Steve Jobs, Mark Zuckerberg y Bill Gates son ejemplos de gente sin título universitario (alguno de ellos incluso llegó a decir que “dejar la universidad fue su mejor decisión”). Dejando de lado la ley de los pequeños números, la ilusión causal y el sesgo de selección, nada mejor que rodearse de datos. La evidencia no nos dice eso. La grandísima mayoría de directores de las grandes empresas tienen excelentes expedientes académicos. Por ejemplo, el 24% de los altos directivos en Europa tienen títulos de doctorado. En China la proporción es del 33%. La relación entre estudios y capacidad de asumir responsabilidades es directa, clara y proporcional. Aquí tenéis una revisión de la literatura bastante amplia. Un líder efectivo y una persona con altas capacidades y buena educación son prácticamente sinónimos: capacidades de comunicación y oratoria, empatía y sensibilidad social, visión y pensamiento estratégico y sistémico, capacidad de resolver problemas, pensamiento crítico, creatividad, innovación y flexibilidad suelen ser las características que en los estudios más se cita para llegar a puestos de alta responsabilidad. Un “skill stacking” que pasa por esa transversalidad y polimatía que hemos hablado en más de una ocasión. ¡Estudiad! Confundir excepción con sistema o regla es de primero de probabilidad.
“Glovo modifica su algoritmo tras las quejas de sus repartidores” titulaba estos días algún medio de comunicación. Otros decían que “Los riders hacían doblar el brazo al algoritmo de Glovo”. La historia por detrás la tenéis aquí detallada, pero básicamente, más que con un algoritmo, tiene que ver con la “remuneración” y el “suelo” que se fija como multiplicador para el importe del pedido que en definitiva supone el “sueldo” del rider. Más allá del contenido social de la historia, un poco de clickbait también tiene. El titular podría perfectamente haber dicho que Glovo debía cambiar las condiciones de remuneración. Pero no, es mejor hablar de “algoritmo”, que así seguimos demonizando a las instrucciones secuencial y asépticamente ejecutadas por un ordenador una vez que un humano ha decidido qué decirle al ordenador hacer. Los populismos no son solo cosa de la política.
🔊 Un audio
Siempre me ha llamado la atención los contextos de nacimiento y desarrollo de empresas que desde fuera, uno pudiera pensar son “aburridas”. Pero “aburridas” en el buen sentido: no se habla mucho de ellas, se dedican a algo tradicional…. pero les va muy bien. Naturhouse es una de ellas. Dedicada al sector de la dietética y nutrición, con un modelo de negocio basado en su “Método Naturhouse”, tiene producto propio y ajeno. Tras 25 años, cuenta con casi 2.400 centros repartidos en 33 países del mundo y una reconocida imagen de marca a nivel internacional. Esta entrevista a su fundador, en plena era digital y de transformación en la pandemia, me parece súper inspiradora.
💬 Un comentario en redes sociales
Hay veces que en tecnología, menos es más. Con los credenciales de vacunación es lo que empieza a pasar. Todavía no sabemos si hay que llevar el papel o con la descarga de un código QR puede servir. Si con esta duda básica, comenzamos a añadir múltiples capas y sistemas tecnológicos, sistemas de salud y normativas de países, etc., solo haremos un monstruo tecnológico más. Por ello, me ha gustado lo que han creado desde PathCheck Foundation, una organización sin ánimo de lucro. Se trata de un protocolo descentralizado de extremo a extremo desarrollado por el MIT que preserva la privacidad de la vacunación por fases, la verificación del estado de vacunación y la notificación de reacciones adversas o síntomas. Al ser un protocolo “neutro” es usable por cualquier sistema de información o aplicación. ¿Triunfará o construiremos cada región del mundo uno propio? ¿repetiremos lo de las apps de rastreo o pensaremos en la sostenibilidad de todos y todas?
🎲 Una lectura aleatoria
Estudiar el periodo de Roma siempre me ha encantado. Debemos entenderla como la sociedad que, con más o menos criterio, podemos asumir es nuestra predecesora. Buena parte de nuestra cultura y sistema político, así como nuestras ideas sobre el derecho, beben de ahí. Fue además la primera que conectó la economía, con la política y la sociedad. Trajo sistemas educativos, su implementación y uso en la sociedad, así como una riqueza lingüística sin precedentes. Sobre tecnología, qué os voy a contar a los que como yo, habréis visitado restos de sus complejos sistemas hidráulicos, sistemas de cocción de piezas (hornos, etc.), redes de transporte, etc. A Roma le debemos mucho. En este artículo, fantásticamente explicado.
¿Te gusta esta newsletter? ¡Suscríbete! ¡Compartid el enlace con vuestros amigos! ¡Enlazad el boletín en redes sociales!