Hola, soy Alex Rayón Jerez. De #bilbao y #millennial (por los pelos).
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📷 Una imagen
No había hablado todavía sobre los despidos en las grandes tecnológicas. Aún no se habían pronunciado todas. Ahora sí. Microsoft y Alphabet (matriz Google) han anunciado el despido de 10.000 y 12.000 personas respectivamente. En total se calcula que habrán salido ya un total de 50.000 personas de las grandes empresas tecnológicas. Intuitivamente, uno pudiera pensar que se debe a la situación macroeconómica. Pero hablando con varias personas estos días, con conocimiento desde dentro, me hablaban más de mala previsión anterior que de contexto actual. Se trata de empresas que pensaron que en 2022 la tecnología digital seguiría creciendo, especialmente en clave de metaverso y redes sociales de entretenimiento. Fijaros cómo se ve claramente en la imagen de abajo que el crecimiento en pocos años de equipos fue muy importante. Ahora se producen despidos, y parece que vienen tiempos malos. Pero en realidad, diría que ni siquiera han vuelto al punto de 2021 algunas de ellas. La única que ha congelado contratación y despidos es Apple. El iPhone sigue dándoles de vivir. Al menos, de momento: ya sabéis que vengo tiempo hablando del descenso de compra y consumo de teléfonos inteligentes.
📚 Cinco lecturas
Cómo no hablar de ChatGPT otra semana más. La empresa de medios BuzzFeed (que conoceréis los que como yo habitáis Twitter desde hace más de 15 años), ha anunciado esta semana que usará ChatGPT para escribir artículos. El valor de sus acciones prácticamente se han duplicado en bolsa. En Wharton Business School, un profesor de Operaciones publicó un artículo que ha causado mucho revuelo porque ChatGPT aprobaría su examen. Wolfram|Alpha, que hace unos años intentó también crear un competidor de Google, ha anunciado que apoyará a ChatGPT con lógica y computación, que es ahora mismo lo que más le falla a ChatGPT. Amazon le pide a sus empleados que no hablen con ChatGPT de temas confidenciales de la empresa. Y, OpenAI ha contratado a 400 programadores para que la máquina programe aún mejor. Estas noticias para contextualizar que la semana pasada di mi primera conferencia sobre ChatGPT y las Inteligencias Artificiales Generativas. Mi sensación es que actualmente es buena para algunas cosas y no tan buena para otras. ¿Cuáles? (1) Es buena para empezar un proceso creativo generando ideas (“dame ideas para escribir un artículo de Bilbao”). (2) Es buena encontrando respuestas a preguntas concretas (“cuál es la capital de Croacia”). (3) Es buena buscando soluciones a problemas complicados (respuesta conocida) (“dime qué partes son necesarias para fabricar un avión”). (4) No es buena buscando soluciones a problemas complejos (respuesta no conocida) (“dime cómo resolver el problema del cambio climático”). (5) No es buena definiendo preguntas ni marcos de estudio e investigación (“dime dónde tengo oportunidades para formarme y mejorar mi futuro”). En definitiva, se trata de entender qué es y qué no es. Seguro que lo habéis probado con 4 y 5. Muy bien. Pero buena parte de nuestro trabajo es más 1, 2 y 3. Pensad en las tareas que hacéis.
La edad media en España de quienes se hacen retoques estéticos ha bajado de los 35 a los 20 años, según la Sociedad Española de Medicina Estética (SEME). Indagando estos días en el tema (son de esos que me parecen tremendamente alarmantes, a tenor de cualquier conversación media que escucho en el metro o autobús a gente de esas edades), encontré este estudio de la Universidad de Córdoba que junto con el Hospital Universitario Infanta Leonor. Este trabajo expone cómo existe una alta correlación entre la insatisfacción corporal y el uso de las plataformas sociales digitales. Por mucho que se piense, no está de menos avalarlo con estudios. Las redes sociales tienen un alto impacto de la autoimagen. Vamos, que si quieres sentirte guapo/a, no uses Instagram. Siempre hay Sapiens mejores que tú. De nada.
Esta semana asistí a un evento, que no citaré para no molestar a nadie, en el que un ponente puso el ejemplo de Kodak como empresa que murió por no saber adaptarse a los tiempos del iPhone y la fotografía móvil. Desde aquí, un breve mensaje que dije de forma mucho más educada y política: no está muerta. El resurgir de la fotografía analógica ha traído que Kodak no solo esté vida, sino que incluso tenga problemas para reforzar su personal ante una demanda descontrolada de carretes convencionales. No es que los boomers hayan ahora de repente salido en masa a la calle. La cuestión es que la fotografía no es la misma. Es un ejemplo que pongo en mis cursos de cómo la transformación digital no es necesariamente siempre buena. ¿Es mejor leer o escribir en pantalla o en papel? ¿es mejor la pizarra digital que la analógica? La evidencia empírica siembra dudas. ¿Es mejor la fotografía digital de los influencers posando ante su vanidad que la analógica especializada con material Kodak? También hay dudas. Kodak ha tenido que subrir los precios un un 40% por el incremento de demanda. En las secciones de “profesiones del futuro”, supongo que ya recogerán a fotógrafos analógicos ;-)
El “Bulletin of Atomic Scientists”, tiene una manera muy curiosa de representar cómo el Sapiens está cerca de su autodestrucción. Es un reloj, también llamado Reloj del Apocalipsis o Reloj del Juicio Final. Lo han adelantado 90 segundos estos días. Nunca habíamos estado tan cerca de ello, desde que se creó en 1947. Felicidades Sapiens. La guerra de Ucrania ha acelerado todo. En la imagen que pongo abajo tenéis los sucesos más relevantes de los últimos años.
🔊 Un audio
Estos días, Prisa Audio, empresa líder mundial de audio no lineal en Español, ha publicado sus resultados. Son realmente espectaculares. No estamos solos los que adoramos el podcast. Y en ellos, he descubierto “La vida en jaque”, del gran Leontxo García. El ajedrez formó parte de mi infancia. Era junto al fútbol los dos deportes que practicaba. Muy distintos, pero necesariamente complementarios y a la par enriquecedores. Habilidades diferentes pero que, bien coordinadas, desarrollan mucho a uno.
💬 Un comentario en redes sociales
Sam Altman es el CEO de OpenAI, la empresa de la que todo el planeta está hablando estos días. Dicen que pudiera ser el próximo Elon Musk. Se trata de una empresa que ha creado herramientas que te permiten dialogar con una máquina inteligente (ChatGPT) y crear imágenes a partir de un prompt -breve texto- (DALL·E). Se ha aliado con Microsoft, y posiblemente pronto veas estas herramientas hasta en Office. En esta entrevista que os traigo, de hace unos días, modera las expectativas sobre lo que está por venir. Me ha parecido honesto, un aspecto que cada vez valoro más mientras me hago yayo. Un extracto de la entrevista, por si preferís leer, la tenéis aquí. Habla de lo que está por venir y lo que no. ¿Qué viene? Vídeos generados artificialmente (ojo productores y empresas de animación). ¿Qué no viene? ChatGPT4 (que será la siguiente versión), se dice que podría tener un diálogo muy natural. Él modera las expectativas, pero a la vez dice que vienen cosas muy relevantes. Con esto, parece que nos confirma que definitivamente estamos adentrándonos en una era de inteligencias artificiales generativas en todos los campos del saber.
Y antes de pasar a la lectura aleatoria… permíteme que te hable nuevamente de mis amigos de Zumitow, la mejor manera de estar al tanto de los mercados y mejorar tus finanzas personales.
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Por mucho que el álgebra parezca algo abstracto o de cuatro frikis, debo confesar que fue una de mis asignaturas favoritas en la universidad. Teníamos Álgebra I y Álgebra II. Me parecen claves para aprender a programar y entender cómo un ordenador procesa datos (ahora que tanto se habla de esto del “Big Data”, que supongo algo sabréis del tema). Fue inventado para solucionar problemas que se podrían expresar a través de un lenguaje matemático. Esto ocurrió en el Siglo IX. Las matemáticas nos permitieron expresar en un lenguaje una situación, y el álgebra solventarlo. Muhammad ibn Musa al-Khwarizmi era un astrónomo de Baghdad que se dio cuenta de esto. al-Khwarizmi latinizado se concibió como algoritmo. ¿Os suena? Sí, es que un algoritmo no es más que un conjunto de reglas para expresar de manera concreta, resoluble y determinista la solución a un problema. El próximo titular que veáis en un periódico hablando de algoritmo como si fuera algo de nosotros, los informáticos modernos, acordaros de al-Khwarizmi. Pero volvamos al Álgebra. El señor Algoritmo, necesitaba encontrar un camino para distribuir mejor la tierra, los salarios y las herencias (nada distinto a problemas modernos… aunque no sé si estarán usando mucho el Álgebra en la era post-moderna). Se inventó el Álgebra, que proviene de la palabra Árabe al-jabr. Significa “unión de partes/piezas sueltas”. En su libro "The Compendious Book on Calculation by Completion and Balancing", al-Khwarizmi describe metodos para reducir y luego equilibrar ecuaciones. ¿Os suenan esas igualdades que debíais resolver de primer, segundo o tercer grado? Era una manera de deciros que el bello lenguaje matemático es una forma de expresar soluciones a problemas. Y que en los equilibrios está la virtud. Y en entender que un ordenador no es más que la forma moderna de hacer lo que se necesitaba en el Siglo IX: resolver problemas. Y para ello, entender los métodos algebraicos de cálculo es clave, especialmente para saber dialogar con la máquina y qué pedirla. Un vector o una matriz, no es más que una forma de representar una situación para que la máquina luego los opere y nos dé un resultado. Una matriz y un grafo, una forma bella de entender lo que ocurre.
