🧮 # 95 ¿Es ChatGPT la calculadora de la era de la lnteligencia Artificial?
Semana 95: Los nombres de las calles españolas tienen nombre de hombre
Hola, soy Alex Rayón Jerez. De #bilbao y #millennial (por los pelos).
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📷 Una imagen
En la era de la Inteligencia Artificial, hablar de la Wikipedia parece como hablar de la Encarta. Pero nada más lejos de la realidad. Sigue siendo una de las webs más visitadas del mundo. Acaba de anunciar varios cambios en su web. Busca parecerse más a “Google Docs”, que de facto se ha convertido en el lugar en el que muchos/as empezamos los procesos creativos de colaboración entre personas. La herramienta de búsqueda de Wikipedia (que se criticaba mucho, por la dificultad de localizar), también se ha mejorado. La Wikipedia, creada en 2001, en plena crisis de las .com, sobrevive a base de millones de autores/as que editan lo que sucede en el mundo. De hecho, un buen termómetro de lo que ocurre en el mundo es el número de ediciones que tiene una página sobre un suceso (dato que se puede consultar y es tremendamente interesante). Pese a que todavía sigue en la sociedad esa “duda” sobre lo que ahí viene (que en el fondo no deja de ser un debate entre descentralización vs. centralización), la versión en inglés de la Wikipedia recibe 10.000.000.000 de páginas vistas cada mes. Por ponerlo en contexto: New York Times, medio número uno, tiene 100.000.000 de páginas cada mes. Como donante de la Wikipedia, no puedo más que siempre que puedo recordar que vivir en Internet sin modelo de negocio, ni publicidad ni enlaces referidos (ángulos nucleares de webs parecidas), es complicado. La Wikipedia sigue siendo una entidad sin ánimo de lucro. Y, como veis en la imagen abajo, sigue creciendo.
📚 Cinco lecturas
Esta semana, he contado hasta dieciséis medios de comunicaciones, de España y América Latina, me han preguntado por mi postura, tanto personal como “institucional” (!) sobre el uso de ChatGPT en la universidad. Supongo que buscaban un titular. No me he pronunciado. A nivel institucional, evidentemente, es pronto ni tampoco soy yo el que debe pronunciarse. Las universidades somos el núcleo del saber; no podemos acelerar una decisión tan disruptiva de la noche a la mañana. Conviene estudiar las consecuencias, entender lo que realmente son estas herramientas (que creo que no está claro), y por último y más importante, entender su eventual valor añadido en los procesos de enseñanza-aprendizaje. Entre otras cuestiones, porque tampoco sabemos si ChatGPT es un proyecto, un producto, una plataforma o un servicio a la humanidad. Ayer no envié la newsletter, porque quería leer el cambio precisamente que se produjo con su nueva versión de pago. ¿Será así para todos? Mi visión simplista del asunto me lleva a decir que estamos hablando de una calculadora. Cuando llegó a las aulas en los 80, las dudas fueron parecidas. También cuando llegaron los procesadores de texto también en los 80. Mi visión profunda me lleva a pensar que puede alterar muchos elementos fundamentales del proceso de aprendizaje (formal e informal) de una persona. La escritura y la creatividad necesaria, puede cambiar. Son modelos entrenados con datos existentes, por lo que es evidente que la propiedad intelectual también está ahí. ¿Quién es autor de qué? En mi campo, la programación, GitHub Copilot es una revolución. Ayuda a escribir código informático. Pero soy de esos informáticos Aristotélicos: la programación es más pensar y aplicar la lógica que simplemente implementar una receta. ¿Cómo nos cambiará? Por otro lado, está la evaluación del aprendizaje. ¿Qué evaluamos? ¿Qué rol juega en ello esta herramienta? ¿Están copiando si la usan? Piénsalo si es así. A nivel moral, parece que los experimentos que se han hecho lleva a pensar que carece de ella. Las universidades no haríamos bien simplemente dejando libre al estudiante ante ello. En definitiva, tengo más preguntas que respuestas. Creo que tenemos que aprender aún cosas. Voy a desarrollar más todo esto en un número especial. Porque también quiero hablar de qué problemas resuelve y cuáles no. Más que nada, para gestionar expectativas.
Es por todos bien sabido que durante las elecciones de 2016 en EEUU, se orquestaron campañas de injerencia informativa desde la esfera de Rusia para favorecer la opinión del electorado hacia Donald Trump. Si preguntamos a cualquiera, sospecho que dirá que eso fue determinante para que Trump ganara. Sabemos que las campañas además fueron muy dirigidas en aquellos estados donde más opciones había de recuperar voto demócrata. Pues bien, este paper publicado en Nature evidencia cómo no hay correlación alguna entre la exposición a dichas noticias y un cambio en la decisión de voto. En otras palabras: refuerza la idea republicana pro-Trump de los que ya querían votarle, pero no altera la intención de nadie. Sobreestimamos en ocasiones a las redes sociales.
Siguiendo con las redes sociales, otro paper publicado también recientemente en la prestigiosa revista de pediatría JAMA expone cómo la relación entre las redes sociales y el desarrollo de los niños y niñas es un asunto complicado. Vamos que generalidades como “es bueno” o “es malo”, pues bueno, que distan mucho de la realidad posterior. Sin embargo, sí que adelantan algo interesante a nivel de inteligencia colectiva y social, puesto que parece que las redes sociales activan las partes del cerebro más asociadas a la motivación y el control. Le dan más relevancia a lo que otros opinan. Especialmente, en cuanto a lo que uno dice. Y, claro, esto puede llegar a tocar el autoestima. El castigo o premio de lo que uno diga o no, parece acelerarse. Es la Nación Dopaminada de la que habla mi querida Anna Lembke.
Facebook lleva años trabajando por mejorar la retención de usuarios. Durante mucho tiempo, su red social fue el epicentro de nuestra vida digital. Ahí leíamos, conocíamos gente, comprábamos, etc. Ahora, con la fragmentación de dicha oferta (hablamos en Whatsapp, compramos en Amazon, etc.), busca formas de que la gente se quede más en su producto. Y parece que han descubierto (oh, sorpresa) que uno de los motivos que más molestaba a la gente era recibir muchas notificaciones. En diciembre de 2010, escribí en mi antiguo blog un artículo diciendo que me quitaba todas las notificaciones. Desde entonces, tengo prácticamente un móvil “tonto” más que listo. Solo las llamadas son notificadas. Os lo vuelvo a recomendar: quitároslo. Y no, Whatsapp en el navegador del ordenador, es aún peor. Lean el artículo y observen el ruido ambiental de su vida.
Parece que la mitad de los satélites ya en órbita son de Starlink. Como publicaba estos días The Economist, la empresa de Elon Musk, está conquistando el espacio. Su ayuda en Ucrania ha sido clave para que tengan acceso a Internet y mantengan su vida y economía medianamente activas. Pero más allá de ello, hay otros usos. Y los que vendrán, porque Internet pivotará ahí. Especialmente en clave de comunicaciones vía satélite. Internet “de tierra” es controlable por gobiernos que no quieran que la gente hable (ya me entendéis). El espacio es más incontrolable.
🔊 Un audio
Los eSports combinan entretenimiento, juego, competición, economía, etc. Muchos/as todavía no los entienden. ¿Cómo pueden captar tanta atención hasta tal punto que pueda llegar a ser una amenaza del fútbol dentro de unos años? Su potencial de crecimiento y por qué es algo interesante para las futuras generaciones, en esta entrevista con Diego Soro, de Team Heretics, un caso de éxito en los eSports.
💬 Un comentario en redes sociales
Un clásico. ¿Por qué los países con mayores índices de felicidad tienen más bandas de heavy metal? ¿correlación o causalidad? ¿relación circular en la que uno alimenta al otro? Cuando tienes tus necesidades básicas cubiertas (educación, sanidad, servicios sociales, etc.), puede que tengas más tiempo para el ocio y entonces, ¿descubres el metal? ¿Pasa con otros géneros musicales? Esto y mucho más en este fascinante hilo de reddit, un lugar en el que uno entra y nunca sabe cuándo sale.
🎲 Una lectura aleatoria
En este apasionante paper, investigadores de la Universidad Pablo de Olavide de España, se formulaban la siguiente pregunta: ¿por qué los nombres de hombre son más comunes en las calles de las ciudades de España? Y, además, ¿dónde se concentra esa mayor “masculinidad”? El 12,7 % de las calles tiene nombre de mujer en 2022 (en 2001 era del 9,76 %). Por cuestiones prácticas y de usos y costumbres, evidentemente, cambiar nombres de calles no es fácil. Por otro lado, conviene cualificar dónde están esos nombres de mujer u hombre. El impacto de la relevancia de un nombre de una calle en una ciudad lógicamente depende de su uso y ubicación (este paper es igualmente apasionante). Aquí también se observa una diferencia: los nombres de mujer están más en la periferia. Si dicen que los nombres de las calles son reflejos de la sociedad, ¿no debiéramos reflexionar un poco sobre esto? Echen un vistazo a la web Ciudades con Género, es realmente interesante este asunto: https://stnameslab.com/ciudades-con-genero/.
📰 En medios
“Menos tecnología, mejores profesores“ [Milenio, 22/1/2023]
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