🔬 # 106 El detective vago del Sapiens a por el límite de Landauer
Semana 106: Aplicaciones y emprendimientos basados en la IA generativa
Hola, soy Alex Rayón Jerez. De #bilbao y #millennial (por los pelos).
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📷 Una imagen
A falta de saber cómo terminarán los líos legales que parece que se le abren a Trump, parece que pudiéramos tener en las próximas elecciones de EEUU un presidente de 82 o 78 años. Investigando sobre ello, llegué hasta este artículo. Hoy mostramos la distribución de edades de los líderes mundiales. Un rango de alta variabilidad, donde por lo tanto es mejor usar la mediana (62 años) y donde claramente vemos qué visiones del mundo están ahora mismo determinando nuestro futuro (sé que exagero, que luego hay ministros, asesores, parlamentos, etc.). Como leeréis en el artículo que enlazaba, hay dos datos interesantes: países con menos libertades, tienen líderes más mayores. Las mujeres líderes, son más jóvenes (que narra un poco la cronología del Siglo XX y XXI de alguna manera). Y, sobre todo, en la gran mayoría de los países, el líder es significativamente mayor a la composición demográfica de su países.
📚 Cinco lecturas
La Universidad de Stanford ha publicado su ya tradicional informe sobre el estado de la Inteligencia Artificial. Son 386 páginas que para los que andamos en estos temas, de una forma u otra (o usando alguna herramienta de resumen de artículos basada en IA), se debe leer. La primera gran conclusión es que la IA ha saltado ya de mundos académicos a la industria. Cuando esto ocurre, suelen venir grandes desarrollos económicos y sociales. Sin embargo, alerta de algunos procesos que tenemos menos presentes en este salto. El primero es el gran consumo energético que esto traerá. Además, no parece fácil que vayamos a ganar en eficiencia pronto salvo que cambiemos la estructura de computación (el límite de Landauer, el calor disipado en cada operación computacional, está ahí… es una cuestión de termodinámica de primero de cualquier carrera de ingeniería). Por otro lado, las controversias sociales en torno a la IA se han multiplicado por 26 desde 2012 (hay gente que vive incluso de contarlas….). La política, está yendo más lenta. En una época de velocidad exponencial, los mecanismos políticos siguen anclado en procesos garantistas lentos. Falta emprendimiento político. No hay regulaciones claras ni ágiles. Por otro lado, la opinión pública se ha convertido en un test de Rorschach: en una encuesta sobre los beneficios sociales de la IA, el 70% de los que respondieron positivamente eran de China, Arabia Saudí y la India. Solo el 35% lo hicieron en Norteamérica. En definitiva, está bien progresar tecnológicamente, pero debemos hacerlo también socialmente.
“Buzzy the Robot” es el nombre que ha recibido el robot que ahora escribe artículos para un medio de comunicación (Buzzfeed). Me parece un paso realmente significativo el hecho de tener un asistente basado en una IA creativa. Está publicando una serie de artículos cortos con recomendaciones de viajes (ejemplo). Khanmigo es el nombre que recibe el tutor que ha montado la Khan Academy (la más grande del mundo) para dar soporte en el aprendizaje de materias. Están colaborando ya con colegios de New Jersey e Indiana. También en Y Combinator, una de las aceleradoras más grandes del mundo. He investigado estos días compañías que hayan recibido buena financiación últimamente en la que soluciones “tipo ChatGPT” estén en su propuesta de valor. Destacaría Yuma (asistente conversacional para dar soporte a cliente en entornos eCommerce), Baselit (ayudar al usuario interno a hacer extracciones de datos para sus reportes sin saber SQL), Lasso (una extensión de Chrome bien interesante para meter robots que automatizan procesos -RPA- para ahorrarte horas de trabajo) o BerriAI (responder a peticiones de soporte de empleados automáticamente). Como siempre: la revolución es del diálogo natural, no de “inteligencia”.
El teletrabajo, eso de lo que ya no hablamos, ha traído cambios (bueno, en la gran mayoría de sitios, salvo en España). Un mayor trabajo desde el hogar ha reducido los ingresos del transporte público, hundido el activo inmobiliario en muchos núcleos urbanos, etc. Pero hay derivadas de segundo orden que me parecen igualmente interesantes. En este artículo, se habla del efecto donut: subida de precios en zonas más alejadas de núcleos urbanos, un aumento de los deseos por tener un hijo/a y una reducción del deseo exacerbado por el trabajo en algunas personas. Lógicamente también ha traído una mayor soledad y sentimiento de aislamiento. Pero, socialmente, parece que nos adentramos en un nuevo equilibrio. Es interesante nuevamente estudiar estos efectos sociales más allá de generalidades sobre el tiempo de desplazamiento.
Estos días de vacaciones aquí por España, recurrentemente uno observa y escucha conversaciones en torno a los videojuegos y sus hijos. Como una persona que jugó con mucha prudencia durante su infancia, uno a veces no termina de sorprenderse de las aseveraciones taxativas que uno puede escuchar. Eso, a pesar de que tenemos evidencia que jugar, durante la infancia, puede mejorar mucho la memoria de trabajo, la capacidad de atención y de las habilidades visoespaciales. Jugar es algo más que repetir rutinas de un partido de fútbol o asesinar por doquier (que ayer también escuché). Hay muchos juegos. Es mejor entender el contenido y cualificar el tiempo jugado que caer en fetichismos.
En las universidades estamos acostumbrados a usar software de detección de plagios para detectar prácticas fraudulentas de nuestros estudiantes. Estos días, el Washington Post publicaba los resultados de un trabajo que ha realizado poniendo a prueba a Turnitin (líder mundial en soluciones antiplagio) en su capacidad de detección de texto generado por IAs. Según este estudio, se equivoca en más del 50% de las ocasiones. Sobra decir que tenemos un problema. Es evidente que nuestros estudiantes están usando estas herramientas para hacer sus trabajos y sus proyectos. Pero me preocupa más que esto esté bloqueando lo que realmente creo puede aportar: ChatGPT no es bueno o malo per se. Es cuestión de cómo se use. Si supieran nuestros estudiantes que sabremos detectar lo que están haciendo con ChatGPT, lo usarían para tener ideas, definir marcos de análisis, etc. Es decir, podrían mejorar su experiencia de aprendizaje haciendo un uso creativo de la herramienta. Ahora mismo es un uso vago el que hacen, porque saben que nos cuesta detectarlo. Y, lo peor aún: esto romperá la confianza y nuestros lazos de unión. Y es que la educación es confianza mutua también. Ahora es la duda permanente.
🔊 Un audio
Muy recomendable esta entrevista en el siempre recomendable canal de Itnig. Una EdTech, con 350.000 alumnos, con una herramienta basada en contenido que redefine el aprendizaje de las matemáticas para niños y niñas de entre 3 y 12 años. Y es que la educación es algo más que ir un aula.
💬 Un comentario en redes sociales
Yo también creo que estamos viviendo un “momento iPhone” con la Inteligencia Artificial. También los medios de comunicación en enero de 2007 describían el iPhone como un iPod evolucionado. Y decían que no aportaba nada con lo que ya teníamos. Prudencia, como siempre.
https://twitter.com/thealexbanks/status/1643950437564026880
🎲 Una lectura aleatoria
Si yo os pregunto por la eventual relación entre el uso de las redes sociales y el aumento de la depresión y ansiedad en los jóvenes, intuitivamente, seguro que os sale de dentro afirmar con rotundidad que existe. Sin embargo, no parece haber claridad en la literatura. Sabéis que he recomendado mucho a Jon Haidt en sus escritos sobre el tema. Es la postura del “sí”. Sin embargo, otros estudios, hablan del “no hay claridad” (que es mi postura, lógicamente, ante la ausencia de evidencia, que no es lo mismo que evidencia de ausencia). Parece clara la correlación, pero no la causalidad. No parece que estemos hablando de una correlación espúrea, sino más bien de que habrá más efectos (variables) o causas (variables) que meter en la ecuación. Y así es la ciencia: persistencia, paciencia y perseverancia. Mientras tanto, el Sapiens, que es un detective vago, necesita cerrar el caso cuanto antes, y sacará sus propias conclusiones en la crianza de sus hijos/as.
📰 En medios
“¿Hasta dónde puede llegar la Inteligencia Artificial?“ [ABC, 3/4/2023]
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Súper interesante, como siempre, Alex, una pasada y muchas gracias por tanta dedicación.
He estado leyendo sobre los neuroderechos al hilo de todo esto de la IA, no se si lo has comentado alguna vez, pero es un tema también que abordar, y aunque da un poco de respeto, ayuda a situar lo que hablamos sobre algoritmos, tecnología y personas.
Un abrazo,
Lola
Que guay poder leer la newsletter de un paisano. Me ha gustado mucho la verdad.